El Doctor de la Peste... el origen de las cuarentenas.



La máscara del «doctor de la peste» tiene su origen en una epidemia del siglo XIV que acabó con un tercio de los europeos

Una de las máscaras que más furor causan en todos los carnavales del mundo es la que tiene forma de pico y se acompaña de una vestimenta atávica que llega hasta el tobillo. Este ropaje fue usado por los médicos medievales como método de protección ante la peste negra.

Durante la Edad Media se usaba la palabra «peste» o «plaga» para referirse a cualquier enfermedad que se acompañara de una elevada mortalidad. De todas las epidemias que asolaron Europa durante los siglos XIV y XV la «peste negra» fue la más mortífera de todas. Se estima que fallecieron entre el 40-90% de las personas infectadas y que acabó con el 30% de la población europea.

El punto de partida de la epidemia fue la península de Crimea -a orillas del mar Negro-. En 1346 la ciudad de Caffa, en aquel momento una colonia genovesa, se encontraba asediada por el ejército mongol, en cuyas filas se manifestó inicialmente la enfermedad.

Fueron los mongoles los que extendieron el contagio a los sitiados al catapultar sus muertos al interior de los muros. Esto propició que la peste se propagará rápidamente primero por toda la colonia y luego hasta Italia, cuando los genoveses emprendieron el viaje de regreso. Desde Génova la epidemia se extendió como la pólvora por el resto de Europa.

Se llamó «peste negra» porque una de sus manifestaciones más características era la presencia de bubones, unas lesiones cutáneas que adoptaban una coloración negro-azulada.



Explicaciones sobre su origen

Circularon curiosas explicaciones sobre su origen: corrupción del aire provocada por la emanación de materia orgánica en descomposición, fenómenos astronómicos (conjunción de determinados planetas, paso de cometas...) y fenómenos geológicos (erupciones volcánicas o movimientos sísmicos). Todos estos hechos se consideraban fenómenos sobrenaturales achacables a la cólera divina, era el castigo por los pecados cometidos por la humanidad.

Actualmente sabemos que la enfermedad está provocada por una bacteria (Yersinia pestis) que afecta a la rata negra y que se transmite mediante la picadura de las pulgas, que actúan como parásitos de estos roedores.

Los doctores de la Peste

Los médicos que atendieron a los enfermos con peste en el siglo XIV utilizaban un curioso atuendo: vestían con una túnica de piel gruesa encerada que les llegaba hasta el tobillo, se cubrían la cara con una máscara en forma de pico de ave, provista de sustancias aromáticas para mitigar los malos olores.

Además los médicos llevaban guantes, calzado y sombrero confeccionado con piel de cabra. En la mano derecha sujetaban una vara, con la que examinaban al paciente desde una distancia prudente, para evitar el riesgo de contagio.

La nariz era de medio pie de longitud, con la forma de un pico, rellena de perfume con sólo dos agujeros, uno en cada lado, próximos a los orificios nasales, pero que bastaban para respirar, cargando con el aire que uno inhalaba, la impresión de las drogas contenidas en el extremo del pico. Bajo el abrigo vestimos botas hechas de cuero marroquí (cuero de cabra), pantalones de piel fina que están amarrados desde el frente a dichas botas y una blusa de piel fina y manga corta, cuyo extremo inferior se introduce en los pantalones. El sombrero y los guantes también están hechos de la misma piel... con lentes sobre los ojos.



La primera cuarentena de la historia

Simultáneamente, se iniciaron medidas de aislamiento para evitar la propagación de la enfermedad, siendo las autoridades de la ciudad francesa de Marsella las primeras en adoptarlas. Se estableció que todo barco que llegase a su puerto con un enfermo o con una persona sospechosa de padecer la enfermedad debería permanecer a bordo durante un periodo de treinta días, antes de bajar a tierra. Los venecianos prolongaron este periodo a cuarenta días, lo cual dio origen al término «cuarentena», que aún seguimos utilizando para referirnos al periodo de observación al que se debe someter a una persona para detectar la existencia de signos o síntomas de una enfermedad infecciosa.

Los doctores de la peste utilizaban la sangría y otros remedios tales como poner sapos o sanguijuelas sobre los bubos para "rebalancear los humores" como rutinas tradicionales. Los médicos de la peste no podían interactuar con el público en general debido a la naturaleza de su trabajo y la posibilidad de contagiar la enfermedad a otros; también podían ser sujetos de cuarentena.



Un famoso doctor de la peste negra que daba consejos médicos sobre medidas preventivas contra la plaga fue Nostradamus.​ Los consejos de Nostradamus eran eliminar cuerpos infectados, tomar aire fresco, tomar agua limpia, y beber un jugo preparado con rosa mosqueta (escaramujos). En Traité des fardemens, Parte A Capítulo VIII, se muestra que Nostradamus también recomienda no sangrar al paciente.

En 1479, la ciudad italiana de Pavía contrató a Giovanni de Ventura como el médico comunitario de la peste. El doctor irlandés Niall O'Glacáin (c.1563?-1653) se ganó mucho respeto en España, Francia e Italia por su valentía cuidando de muchos pacientes con la peste.​ El famoso anatomista Ambroise Pare y Paracelso también fueron famosos médicos de la peste en Europa Medieval.

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