Valak: la creencia que esconden las películas. El Mal en El Conjuro.

Si bien es cierto que los Warrens investigaron Amityville, también es cierto que pasaron unos cuantos días conociendo a los investigadores actuales del poltergeist de Enfield, y por lo que sabemos, ninguno de estos casos tiene nada que ver con Valak en la vida real. Entonces, ¿quién es exactamente este demonio, y por qué lo retratan en la película disfrazado de monja?

De acuerdo con una guía de demonios llamada The Lesser Key of Solomon, un tipo de libro, concretamente un grimorio del siglo 17 que actúa como una especie de Páginas Amarillas del Infierno, Valak (también conocido como Ualac, Valac, Valax, Valu, Valic o Volac) no es otro que el Gran Presidente del Infierno. En términos generales, podría ser lo más ardiente que existe en el mundo de los demonios. A menudo se describe montando un dragón de dos cabezas y al mando de 30 legiones de otros demonios, adquiriendo el rostro de un niño pequeño con alas, que si lo pensáis bien, habría sido mucho más aterrador que una monja de rostro pálido.

Las habilidades que posee Valak son mucho más fuertes que algunas cruces boca abajo y unos legos flotando por la habitación. Incluso hoy en día, ha sido a menudo invocado por algunos practicantes mágicos que están tratando de encontrar “las verdaderas respuestas de los tesoros escondidos”. También es conocido por ser bastante fuerte, y no se opone a compartir esa fuerza con los dignos de llamar sobre él. ¿No vale la pena? Pues bien, no me gustaría ser usted, porque Valak probablemente arruine su vida, y lo hace mucho más lento de lo que lo hace en las películas.

Entonces, ¿qué tiene que ver Valak con Amityville, Enfield y los Warren? Nada. James Wan, director de la película, dijo que el demonio pretendía ser una premonición para caso poltergeist de Enfield, sin tener relación con la actividad paranormal sucedida en el 112 de Ocean Avenue. “No tiene nada que ver con Amityville. En absoluto”, dijo a los reporteros.

Lo más probable es que el demonio se introdujera como una manera completamente original para El Conjuro y poder juntas los casos de Amityville y Enfield de una manera semi-cohesiva, ya que los derechos de la película “La Morada del Miedo” son propiedad de otra empresa, y no podía tener cualquier conexión con el libro de Jay Anson en el que se basaron para hacer la famosa película.

Pero la pregunta más importante de todas es: ¿por qué Valak se nos presenta como una representación de finales de los 90 de Marilyn Manson? Puedes darle las gracias a James Wan y a Lorraine Warren real. Si bien el nombre de Big Bad se había decidido desde el principio de todo el proceso, Wan no supo el diseño exacto del demonio hasta la hora número 11. Mientra hablaba con Lorraine de paso, ella mencionó que una vez se había encontrado con figura oscura y con capucha en el centro.

Esa parte de información se tradujo en la monja demoníaca, que, aunque no lo crean, fue añadida a la historia en una serie de retoques. “Tenía un fuerte punto de vista sobre toda la película, pero de lo único que no estaba muy seguro fue del diseño del personaje demonio”, explicó James Wan. “Me sentía como si todavía tuviera que descubrirlo”.

“Y lo creas o no, siempre supe que tendría que hacer algunos retoques. Así que estaba esperando descubrir cómo se vería esa cosa mientras nos dedicábamos a ver la película en post-producción”. Aquí está la esperanza de que si Valak hace una aparición en alguna película futura, seguro que se deshacen de la monja y nos proponen alguna pesadilla de un niño con alas del infierno en su lugar.

Por otro lado el CASO Enfield: usa a un demonio post-biblico llamado Valak para relacionarlo con el caso Amity Ville pero en la historia real nada tiene que ver con los casos, siendo una decisión deliberada el incorporarlo en la trama para enriquecer el terror-show.

Al parecer el nombre de Valak proviene de textos como Goetia Mc Gregor (1904), Diccionario Infernal Collin de Plancy (1863), Pseudomonarchia Daemonium Johan Wier (1583) como Volac o Arlette; el que preside el infierno con 30 legiones bajo su mando y manifestandose bajo la forma de querubin o niño alado montando un dragón bicefalo.

Pseudomonarchia daemonum es un apéndice de un tratado en brujería llamado De praestigiis daemonum escrito por Johann Weyer (alias Wier, Wierus) en 1577. En este texto, Wier listó y jerarquizó los nombres de varios demonios acompañándolos de una descripción que incluye las horas apropiadas y los rituales para conjurarlos. A diferencia del grimorio La llave menor de Salomón contiene información de 68 demonios no 72 como Goethia, y cambia tanto el orden como algunas descripciones de demonios. Los demonios no listados en este libro son Vassago, Seere, Dantalion y Andromalius. Otra diferencia con La llave menor de Salomón es que no atribuye sellos a los demonios

Weyer indica que su fuente para estos conocimientos fue un libro llamado Liber officiorum spirituum, seu liber dictus Empto Salomonis, de principibus et regibus demoniorum (“El libro de los oficios de los espíritus, o el libro llamado Empto, de Salomón, sobre una princesa y reyes de los demonios.)

Las razones de Weyer para presentar este material no era instruir a sus lectores en demonología, sino para “exponer a todos los hombres” las pretensiones de aquellos que dicen ser capaces de utilizar magia, hombres que “no se avergüenzan de proclamar que son magos, y su extravagancia, engaños, vanidad, delirio, falsedad, locura, ausencia de pensamiento, y mentiras obvias, para poner sus alucinaciones a la luz del día.” “4 Las supuestas fuentes de Weyer estiman que había 7,451,926 demonios, divididos en 1111 legiones y que obedecían a 72 príncipes del infierno.5 Las fuentes de Weyer afirman que el Infierno se organiza de forma jerárquica en una corte que está dividida en príncipes, ministros y embajadores…
Weyer creía que muchos, probablemente todos, los casos de supuesta brujería era resultado espejismos de supuesta brujería, más que verdadera y voluntaria cooperación con espíritus malignos. En resumen, Weyer clama que los casos de supuesta brujería eran psicológicos más que sobrenaturales en su origen