El Monstruo Inglés.

Cuaderno de Ciencias
Por Miguel Artime
Que los escoceses e ingleses mantienen una rivalidad histórica no es nada nuevo. ¡Qué se lo pregunten a William Wallace! Pero lo que de verdad me ha sorprendido esta semana es que esa rivalidad llega también a asuntos tan pseudo-científicos como la criptozoología.
En efecto, todo el mundo sabe que en las Highlands escocesas se encuentra el Lago Ness, famoso en todo el mundo por un supuesto monstruo que de tanto en tanto alguien dice ver. ¿Qué sería de los comerciantes de la zona, dependientes de los turistas que la visitan, sin esa aureola de misterio folclórico? La ruina.
Pues bien, los ingleses no quieren quedarse atrás, así que ellos cuentan con su propia versión sureña de monstruo lacustre, en este caso en las aguas del lago Windermere.
Recientemente, dos turistas que navegaban en su kayak por este lago, atravesaron una zona de niebla. Cuando salieron de ella, Tom Pickles y Sarah Harrington (que así se llamaban los navegantes) divisaron una extraña criatura serpentiforme que nadaba a unos 16 kilómetros por hora. No, no llevaban instrumentos, el cálculo lo hicieron a ojo.
No solo lo vieron, al fin y al cabo eso lo han hecho hasta ocho personas a lo largo de los últimos cinco años. Estos "afortunados" incluso pudieron fotografiar a la criatura.
Y ahí tenéis en la foto. Podría perfectamente tratarse de una nutria o de un pez gato de gran tamaño (como dicen algunos escépticos biólogos) pero entonces la foto no vendería.
Si los periodistas tuvieran dos dedos de frente, estos jóvenes no podrían aparecer en el Telegraph contando que se quedaron petrificados con la visión, y que tras el susto decidieron regresar remando a la orilla.

Una imagen de animal que vieron los turistas. Tom Pickles
Una imagen de animal que vieron los turistas. Foto Tom Pickles
En 2006, un profesor de periodismo y su mujer inauguraron la nómina de "avistadores" del equivalente inglés de Nessy cuando dijeron ver "una anguila gigante de unos 6 metros de longitud" (no, tampoco llevaban instrumentos de medición).
Desde entonces, los "investigadores" han recorrido las aguas del lago equipados de un sonar en busca de este monstruo. Curiosamente sin éxito.
Nada sorprendente por otra parte. El veterano "cazador" de monstruos Robert Rines lleva casi 40 años peinando el Lago Ness en busca de la mítica criatura que llena su orilla de turistas cada año. El año pasado, con 85 años, Rines anunció que cesaba en su empeño. ¡Los años no perdonan!
No importa, siendo como son los británicos tan aficionados a los misterios, estoy seguro de que una nueva generación de busca-plesiosaurios tomará el relevo.
Pero lo que de verdad es un misterio apenas sin explicación, es saber qué carajo hacían dos jóvenes ingleses haciendo kayak en un lago glaciar repleto de niebla, mientras tomaban fotos, en pleno gélido mes de febrero.

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