Krshna: o el Cristo Hindú...



Según el hinduismo, Krishná es el octavo avatar (reencarnación) de Vishnú.
Krishná tocando su flauta

En cambio según el vaisnavismo, Krishná es la forma principal de Dios, de quien Vishnú y los demás dioses emanan.

Krishná fue un héroe de la India antigua, octavo hijo de Vasudeva y Devakī. El rey Kamsa —hermano de ésta y tirano de la provincia— logró matar a los seis primeros hijos de su hermana, pues se le había anunciado que moriría a manos de un sobrino. En el séptimo hijo, Krishná, se encarnó Visnú. Para sustraerlo de la muerte, fue ocultado en la región de Vrindávan, donde pasó su niñez y su adolescencia en medio de pastores y pastoras, una de las cuales, Rādhā, tuvo amores con él. Al cumplir 16 años de edad, fue a Mathurā con el pretexto de una contienda circense, donde mató a todos los gladiadores que su tiránico tío había puesto contra él y luego mató a éste a golpes.

El lugar de Krishná en el hinduismo es complejo. Se le conoce por muchos nombres, en una multiplicidad de historias, entre diversas culturas, y en diversas tradiciones. A veces éstas se contradicen, aunque hay una historia en común que es bien conocida y predominante entre la mayoría de los hindúes.

Mientras que de acuerdo con las principales tradiciones hindúes él es una de las encarnaciones principales de Vishnú, en el vaisnavismo gaudíia (o sea el ‘vishnuismo de Bengala’) se le considera la fuente de toda la realidad material, que constituiría una emanación suya, así como de las encarnaciones divinas, y por lo tanto es visto como el único y siendo la forma original de Dios, al que también se refiere esta escuela como la "suprema personalidad de Dios".

La historia de Krishná
Según la tradición hindú, basada en cálculos astrológicos, Krishná habría nacido el 18 o el 21 de julio del año 3228 a. C.[26] [27]

Krishná pertenecía a la familia real de Mathura. Como su tío el rey Kamsa fue avisado por el sabio Nárada Muni de que moriría en manos de un hijo de su hermana la princesa Devaki con su esposo Vasudeva (un noble de la corte), Kamsa la encarceló y uno por uno fue matando a todos los hijos que nacieron de ella.

Krishná fue el octavo hijo —ahora existe un templo (Krishná-janma-bhumi) donde los hindúes creen que estaba la celda del rey Kamsa—, pero su padre lo sacó milagrosamente de la celda y lo llevó hasta Vrindavan (a 10 km), donde lo reemplazó subrepticiamente durante el sueño por una bebé que acababa de alumbrar una mujer del pueblo, Iashodá. Regresó a la celda, donde la hija de Iashodā fue asesinada (como los siete bebés anteriores).

En la casa donde quedó Krishná, ya había un bebé, que sería su hermano mayor. Balarama. En historias posteriores aparece también una hermana menor, Subhadra, pero no es nombrada en las historias de la juventud de Krishná.

Al cumplir 16 años de edad, Krishná fue a Mathurā invitado por su tío a una contienda circense, donde mató a todos los gladiadores que su tiránico tío había puesto contra él y luego mató a éste a puñetazos. Se convirtió así en el rey de los iādavas (descendientes del rey Iadu) en Mathurá. En este período hizo amistad con su primo Áryuna y los demás príncipes Pāndavas del reino de Kuru, al otro lado del río Iamuná. Varias décadas más tarde, se llevó a sus súbditos a Dwaraka (en la actual Gujarat). Se casó con Rukmini, hija del rey Bhishmaka de Vidarbha.

En el Majábharata, Krishná es primo de los líderes de ambos grupos contendientes: los Pándavas y los Kurus. Finalmente se pone en el bando de los Pándavas (donde estaba su mejor amigo, Áryuna). A pesar de ser Dios, accede a ser el auriga (cochero) de la cuadriga de Áryuna en la gran batalla. El Bhagavad Guitá es el consejo dado a Áryuna (que no quería pelear contra sus propios primos) por Krishná antes del comienzo de la primera batalla (la guerra duró 18 días).

Krishná reinó a los Iádavas en Dwáraka con sus 16.108 esposas (que incluían a Rukmini y Satiábhama). Tuvo miles de hijos, entre ellos Pradyumna (quien a su vez tuvo como hijo principal a Aniruddha). Al final, toda la familia de los Iadus se mataron entre ellos, y Krishná fue matado accidentalmente por un cazador (que lo confundió con un venado). Su muerte marcó el final de la era duápara iugá y el comienzo de kali iugá. Un cálculo astrológico hindú calcula el año de su muerte en el 3102 a. C.

Según el Śrīmad Bhāgavatam, Krishná es la forma original de Dios, superior a todas las otras expansiones de Dios, ya que todas emanan de él. Krishná es un ser eterno, sin nacimiento ni muerte. Adoptó un cuerpo temporal para poder nacer y morir en la Tierra, pero simultáneamente él está presente eternamente en su planeta espiritual. Sus devotos consideran que entregarse a él (tener krishná chaitania, ‘conciencia de Krishná’), los lleva a la perfección espiritual y a la felicidad eterna.

Una historia más sobre una deidad desconocida...

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