Raudskinna: cuándo querés dominar lo indominable... el Monje que deseó manejar al mismo Diablo.
Aunque en anteriores ocasiones ya te hemos hablado de los Grimorios o libros
mágicos escalofriantes, no está de más que recordemos que se trata de libros de
magia que fueron perseguidos por la iglesia y las autoridades durante siglos.
Sin embargo, hoy en queremos centrarnos en uno de ellos, que aunque ha
desaparecido desde hace mucho tiempo, todavía se habla de él… Nos referimos al
Raudskinna, el terrorífico libro de magia negra islandés. ¿Nos acompañas a
descubrirlo? Raudskinna o Rauoskinna (también conocido como «El libro de la
energía» o «El libro del poder») significa en islandés «piel roja», ya que ese
era el color de las cubiertas del libro maldito. Se supone que es el libro más
terrorífico de magia negra que ha existido jamás y su finalidad es conseguir
dominar al mismo diablo para que se ponga al servicio del mago que lo posea. El
autor del libro fue Gottskalk Nikulausson, quien irónicamente ocupó el puesto de
obispo de Hólar. En él recogió reglas y hechizos de magia negra muy contrarios a
lo que su oficio y religión suponían. A estas alturas, es probable que estés
preguntándote por qué lo hizo. Pues bien, se cuenta que su intención era vencer
a Satanás, esclavizarlo y con ello gobernar el mundo. Pero veamos cómo llegó a
este punto. Nacido en 1469 en Islandia, Gottskalk fue nombrado obispo en 1496,
pero su vida no seguía en absoluto los principios del cristianismo. Tuvo dos
amantes oficiales; con la primera de ellas tuvo dos hijos y con la segunda una
niña. Además, se dice que se trataba se un hombre ambicioso, cruel y
manipulador, que comenzó a interesarse por la brujería y la magia negra gasta
hacer de este interés una auténtica obsesión. La gente de su región conocía lo
que tramaba, y cuando murió en 1520 fue enterrado junto con su libro: el
Raudskinna. En Islandia se cuenta que, dos siglos después de la muerte del
obispo, un hombre llamado Loftur llegó a la catedral de Hólar buscando
profundizar en la magia negra. Estudió un libro conocido como Graskinna (que
significa «piel gris») pero no era suficiente: quería los conocimientos del
Raudskinna. Sabía que había sido enterrado junto al obispo que lo escribió, pero
no sabía en qué tumba estaba. Una noche acudió a la catedral junto a un
estudiante para invocar a los espíritus de los obispos enterrados allí y
conseguir que Gottskalk le entregara el Raudskinna. Loftur cantó salmos de
alabanza al diablo y otros conjuros hasta que consiguió que tres obispos se
levantaran de sus tumbas. Estos se apartaron de él con temor. Siguió cantando y
finalmente apareció otro obispo que no lucía cruz en su pecho y portaba en las
manos un libro rojo con letras doradas. Era Gottskalk. Habló a Loftur y le dijo
que jamás conseguiría el libro. Loftur no se rindió, volvió a cantar salmos al
diablo y la iglesia se estremeció. El estudiante que le acompañaba creyó ver a
Gottskalk dándole el libro a Loftur, pero el temor lo invadió y empezó a tocar
las campanas de la catedral. El hechizo se rompió y la escena se desvaneció.
Loftur murió al poco tiempo cuando navegaba en su barca, la leyenda dice que el
demonio lo arrastró hacia las profundidades del mar y lo ahogó. Pero para los
islandeses el misterio continúa: algunos dicen que el Raudskinna fue destruido,
pero otros creen que sigue allí, enterrado en algún lugar junto al malvado
obispo.
A pesar de todos sus esfuerzos, Gottskalk no salió de su tumba. De modo que
Loftur empezó a recitar sus cánticos como nunca había hecho hasta ahora.
Cambió las palabras de los salmos en alabanzas al Diablo y confesó arrepentido
todas sus buenas obras. Los tres obispos muertos coronados se mantuvieron tan
lejos como pudieron de Loftur y le miraban con las manos alzadas. Los demás
obispos muertos apartaron la mirada de Loftur nada más verle. Finalmente se
oyó un fuerte ruido, y un muerto se alzó con una vara en su mano izquierda y
un libro rojo bajo su brazo derecho. No llevaba crucifijo sobre el pecho, y
miraba a los demás obispos muertos de manera poco amistosa. Entonces se fijó
en Loftur, quien continuaba recitando sus cánticos aún con más fuerza.
Gottskalk se acercó un poco más a Loftur y le dijo con desprecio “Cantas bien,
hijo mío, mejor de lo que me esperaba. Pero no tendrás mi Rauðskinna." Loftur
pareció entonces revelar sus intenciones plenamente y cantó como no lo había
hecho hasta ahora. Cambió la Consagración y el Padrenuestro en alabanzas al
Diablo, y la iglesia se agitó como la paja al viento. El estudiante, mirando
desde el campanario, creyó haber visto a Gottskalk acercarse un poco más a
Loftur y señalar con una de las esquinas del libro hacia el mago. Había estado
asustado todo este tiempo, pero ahora se encontraba realmente aterrado. Le
pareció ver al obispo levantar el libro y a Loftur extender su mano. Así pues,
tiró de la cuerda de la campana tan fuerte como pudo y todo lo que había
aparecido se desvaneció bajo el suelo con un ruido sordo.Así pues, ¿qué ocurrió con la tumba del cruel obispo y su infame ‘Libro del
Poder’ enterrado con él? Según algunos fue destruido en secreto, mientras que
otros creen que Gottskalk aún sigue en Islandia, ocultando su oscuro libro de
magia. La historia del obispo islandés que se convirtió en maestro de magia
negra es famosa en Islandia, habiéndose transmitido de generación en
generación. Pero en los círculos eclesiásticos rara vez se habla de ella.
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