Asherah, la esposa de Dios "expulsada" de la Biblia.

Presentamos hoy este artículo producto de un polémico hallazgo: la "posible" existencia de una esposa divina de Dios Padre". Al finalizar el artículo podremos ver y escuchar el análisis del Obispo Católico Luterano Manuel Acuña, especialista en fenomenología religiosa y exorcismos. Muchas gracias por seguirnos. La diosa madre, pareja de Yahveh, fue excluida dolosamente de la Biblia, en el camino a la construcción paradigmática de la hegemonía masculina. En tiempos anteriores al monoteísmo patriarcal -instaurado en occidente por el judeocristianismo y responsable de sembrar las bases para una conciencia que enaltece los valores masculinos de conquista, expansión y explotación de la naturaleza- prevaleció una concepción religiosa de la divinidad como pareja: Diosa Madre y Dios Padre. Según la investigadora de la Universidad de Exeter, Francesca Stavrakopoulos, originalmente, las denominadas grandes religiones abrahámicas -hoy los tres mayores monoteísmos de la cultura humana- adoraron también, junto a Yahveh, a la diosa Asherah (llamada en ocasiones Astarot), una deidad dadora, como la Ishtar babilónica, o la Astarte griega; en cualquier caso, arquetipos de la divinidad femenina, como la Luna, la Tierra y Venus.
Stavrakopoulos basó su hipótesis en el estudio de antiguos textos, amuletos y figuras, hallados en la ciudad de Ugarit, actual territorio de Siria, que reflejan el modo en que Asherah fue adorada, junto a Yahveh, o Jehovah, como una poderosa diosa de la fertilidad. Existe una vasija del siglo XIII, descubierta en el desierto de Sinaí, en Kuntillet Arjud, que registra una súplica de bendición a la pareja divina. Y no se trata de la única: existen varias inscripciones similares, que fortalecen la tesis de que el Dios bíblico tuvo una esposa, asegura la investigadora. Son también significativos los registros bíblicos, que mencionan cómo Asherah fue adorada en el templo de Yahveh, en Jerusalén, o la descripción de una estatua de la misma diosa, que, según narra el Libro de los Reyes, yacía en el templo, atendida ritualmente por personal femenino. La referencia a “La Reina del Cielo”, en el Libro de Jeremías, podría ser una posible alusión a la misma deidad. Otras referencias a esta diosa en la Biblia derivan del libro de Deuternomio, en un marco siempre hostil. El Rey Manasseh es juzgado como alguien que hizo mal ante Dios cuando colocó el poste, símbolo del árbol de Asherah (¿el ash tree de los druidas, axis mundi?), en el Templo. El Rey Hezekiah, que removió el símbolo de Asherah del Templo y lugares sagrados fue alabado como el más justo de los reyes. Los profetas Isaías, Jeremías y Micah también condenan la idolatría de Asherah, ya que según ellos aleja de la adoración del dios único y verdadero. Esto nos da idea de como la diosa femenina, del árbol de la vida, del mar y del cielo, fue equiparada con la falsa idolatría, con Baal, y se alejó al hombre de la adoración de la pareja divina y de la mujer, probablemente en ediciones subsecuentes de la Biblia. Stavrakopoulos coincide en sus conclusiones con profusos estudios, que explican cómo las ediciones subsecuentes de la Biblia -curadas siempre por hombres- habrían resignado cualquier fidelidad a las escrituras sagradas, para realizar una operación de inteligencia, una programación neurolingüística de la sociedad, con el último objetivo de mantener en el centro del poder a la casta sacerdotal masculina, en desmedro y represión del polo femenino de la divinidad. Edward Wright, presidente del Centro de Estudios Judaicos de Arizona y del Instituto Albright de Investigaciones Arqueológicas, declaró a Discovery News estar de acuerdo con el hecho de que varias inscripciones en hebreo mencionan a “Yahweh y Asherah”. “Asherah no fue sacada por completo de la Biblia por sus editores masculinos”, agregó. “Sus huellas aún permanecen, y en base a ellas y a evidencias arqueológicas con referencias a Asherah en los textos hallados en las naciones fronterizas con Israel y Judá, podemos reconstruir su papel en las religiones del Levante Sur”. Su otro epíteto en algunos textos ugariticos, un lenguaje de origen semítico, es “qaniyatu ʾilhm”, “la creadora de los dioses” (Elohim).
En esos textos Athirat es la consorte del dios El. Existe una referencia a los 70 hijos de Athirat, presuntamente los mismos 70 hijos de El. También se le llama Elat, la contraparte femenina de El, y en los textos acadios aparece como Ashratum, la esposa de Anu, el dios del cielo. “Las menciones a la diosa Asherah en la Biblia hebrea, el Antiguo Testamento, son raras. Y, además, han sido fuertemente modificadas por los autores antiguos, encargados de reunir y agrupar los textos”, comenta Aaron Brody, director del Museo Bade y profesor asociado de la Biblia y la arqueología en la Pacific School of Religion.

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