Historias escalofriantes: Lizzie Borden



Lizzie Andrew Borden (Fall River, Massachusetts, 19 de julio de 1860 - id. 1 de junio de 1927), mejor conocida como Lizzie Borden, nacida en Nueva Inglaterra y la única sospechosa de los asesinatos de su padre y su madrastra, que tuvieron lugar en su casa el 4 de agosto de 1892. El doble asesinato, el posterior juicio y el hecho de que nadie fue finalmente condenado por las muertes han convertido al caso en una cause celébre en Norteamérica y sigue siendo un episodio plagado de dudas en el mundo de la criminología. Aunque Lizzie Borden fue absuelta de los crímenes, incluso en vida se la creyó culpable del asesinato de sus progenitores, y aún hoy permanece una figura muy importante en el folklore estadounidense.

Lizzie Andrew Borden nació en la pequeña localidad de Fall River en 1860; su padre, Andrew Jackson Borden, era un hombre de negocios de la zona con varias propiedades en el pueblo. Su madre, Sarah Anthony Morse, falleció en 1863, y dos años después Andrew Borden volvió a contraer matrimonio con Abby Durfee Gray. Lizzie tenía además una hermana mayor, Emma Lenore Borden (1 de marzo de 1851 - 10 de junio de 1927) que, como ella, nunca se llegó a casar.

La vida de los Borden era cómoda y holgada, gracias a los ingresos de Andrew Borden. No obstante, no fue una familia feliz. Ni Lizzie ni Emma soportaban a su madrastra, Abby, a la que consideraban una mujer grosera e interesada. Su relación se deterioró mucho en los últimos días de su convivencia, a pesar de que Abby fue su madrastra durante 28 años. Andrew y Abby no tuvieron hijos juntos.

En la mañana del 4 de agosto de 1892, Andrew Borden y su mujer fueron asesinados con un objeto afilado (probablemente un hacha) en su casa. Las únicas personas presentes en la residencia familiar en aquel momento eran Lizzie y la criada, Bridgette Sullivan, que llevaba trabajando para la familia más de dos años. Emma Borden se encontraba entonces de visita en casa de unos amigos. El tío materno de las hermanas Borden, John Vinnicum Morse, estaba de visita en casa de los Borden aquellos días, pero no se encontraba en la casa cuando tuvieron lugar los asesinatos.

Aquella mañana, Andrew Borden había ido al centro del pueblo a hacer algunos recados al banco y a la oficina de correos. Regresó a su casa en torno a las 10:45 de la mañana. Aproximadamente media hora después, su hija Lizzie descubrió su cadáver. Según el testimonio de Bridget Sullivan, que se encontraba en su cuarto en el piso superior descansando, sobre las 11 de la mañana Lizzie gritó su nombre, y le dijo que alguien había matado a su padre. El cuerpo de Andrew Borden se encontraba recostado en el sofá del salón, con el cráneo gravemente mutilado y con la cabeza ladeada, como si lo hubiesen asesinado mientras descansaba.

Pocos minutos después, varios amigos y vecinos, enterados de lo sucedido, fueron a la casa de los Borden para tranquilizar a Lizzie. Fue entonces cuando la criada y una vecina, Alice Churchill, descubrieron en la habitación de invitados, en el primer piso, el cuerpo inerte de Abby Borden, cuyo cráneo también había sido golpeado numerosas veces con un objeto afilado.

Durante muchos años después de la muerte de la primera esposa de Andrew Borden, en la casa de la familia, situada en el número 92 de Second Street en Fall River, la vida se había tornado incómoda y desagradable entre el señor y la señora Borden y las hijas de aquél. El primer piso estaba dividido en dos, cada parte con unas escaleras de acceso distintas; la parte delantera para las hermanas Borden, y la trasera para Andrew Borden y su esposa. En muchas ocasiones la familia no comía junta. Precisamente el día que tuvo lugar el doble asesinato, el tío materno de las hermanas Borden se encontraba en la casa para establecer una herencia de su difunta hermana, la primera esposa de Andrew Borden. Poco antes de los asesinatos tuvo lugar una discusión en la casa a la que Lizzie y Emma respondieron con un prolongado viaje; no obstante, Lizzie regresó antes de lo previsto a su casa. Por aquellas fechas el farmacéutico local, Eli Bence, se negó a venderle ácido prúsico, supuestamente para que Lizzie pudiese limpiar un abrigo. También por aquel entonces la familia cayó enferma de lo que se diagnosticó podía ser una indigestión provocada por comida en mal estado; la señora Borden afirmó que alguien había intentado envenenarlos.

Lizzie Borden fue detenida el 11 de agosto; el juicio comenzó diez meses después en New Bedford, Massachusetts. Su testimonio parecía incoherente e inverosímil, y su comportamiento le granjeó las sospechas del público. Fue acusada de los asesinatos y su defensa estuvo dirigida por el ex gobernador de Massachusetts, George D. Robinson, y Andrew V. Jennings.

Durante la investigación se encontró un hacha en el sótano de la casa de los Borden y se supuso que debía ser el arma homicida. Aunque estaba limpia, el hacha tenía el mango roto, algo que la acusación alegó podría ser porque el mango estaba manchado de sangre. No obstante, un policía interrogado en el caso afirmó que al lado de la cuchilla había un mango de hacha, y el forense declaró posteriormente que no hubo tiempo material para limpiar el hacha después de los asesinatos.

Nunca se encontró ropa alguna que estuviese manchada de sangre. Pocos días después de los asesinatos, una vecina observó cómo Lizzie Borden quemaba en el fogón de la cocina un vestido azul que, según ella, se había manchado con pintura mojada, y había quedado inservible.

A pesar de las circunstancias, Lizzie Borden fue absuelta por el jurado tras sólo hora y media de deliberación. El hecho de que nunca se encontrase el arma homicida ni ropa alguna que pudiese incriminarla, además de que la historia del ácido prúsico y su testimonio inicial no fueron considerados durante el juicio, ayudaron a que Lizzie no fuese finalmente condenada. Además en aquellos tiempos tuvo lugar otro asesinato en la zona, aunque el asesino, José Correira, no se encontraba en el país cuando Andrew y Abby Borden fueron asesinados.

Lizzie y su hermana se mudaron de casa, a una que llamaron Maplecroft, en el mismo pueblo. En 1905 las hermanas discutieron sobre una fiesta que Lizzie había dado en honor a la actriz Nance O'Neal (con la que supuestamente tuvo un idilio), y Emma abandonó la casa. Sobre aquella época Lizzie empezó a usar el nombre Lizbeth A. Borden.

Lizzie Borden murió de neumonía el 1 de junio de 1927, y fue enterrada en Fall River. Su hermana, con la que no tenía ya mucha relación, falleció nueve días después.

La casa donde tuvo lugar el doble asesinato es ahora un bed and breakfast, mientras que Maplecroft es ahora una casa particular.

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