Reencarnación o salvación eterna? La inquietante respuesta de alumnos de bachillerato

«Al iniciar una clase de Religión Católica con mis alumnos de bachillerato, me senté en el sillón del aula y dirigí la mirada a los estudiantes que tenía colocados frente a mí. Tras un flemático silencio —debió pasar lento aquel ángel—, les pregunté a modo de plebiscito:
—¿Cuántos de vosotros creéis en la resurrección de la carne? —levantaron la mano tres.
—¿Y cuántos creéis en la reencarnación? —les propuse como alternativa. Levantaron la mano el resto de los alumnos, hasta veintidós.
Estaba claro que existía un gran abismo comunicativo y comprensivo entre esta verdad de fe y la concepción intelectual que tenían los alumnos respecto al concepto de vida eterna. Por ello me puse manos a la obra y escribí este libro».

Con este relato y evaluación de una constatación de una realidad preocupante empieza David Ortega Mena su obra Salvación y vida eterna (Ediciones De Buena Tinta) en la que ofrece las claves bíblicas y teológicas de estos dos conceptos fundamentales en el cristianismo que son hoy contestados tanto por las ideologías ateas y materialistas como por la ola de espiritualismo oriental y de pseudoespiritualismo New Age, que nos anuncia toda suerte de destinos ultraterrenos: desde la supervivencia del alma (pero atada al mundo) a la aniquilación de la personalidad en un Todo universal, pasando por las formas antiguas y nuevas del reencarnacionismo.

David Ortega