La sabiduría de los Pieles Rojas


El Indio y la Naturaleza

Profundamente integrada en su entorno natural, la vida del indio transcurría en una interrelación y un diálogo permanentes con todos los elementos de la naturaleza, a la que veneraba. Para él, todo en ella tenía un alma, los objetos y los fenómenos naturales árboles, montañas, ríos, animales, el viento, la nube, el rayo...- eran encarnaciones de fuerzas superiores, que podían ayudarle o destruirle, según fuera su actitud para con ellas. Y estos elementos naturales eran, por consiguiente, símbolos que le hablaban y cuyo lenguaje el sabía entender,. de ahí extraía el indio su profunda sabidurla «ecológica», su íntimo conocimiento del mundo natural, que, por otra parte, sabía aprovechar con mucha inteligencia para su sustento, sin destruirlo inútilmente y con un íntimo sentimiento de gratitud que manifestaba constantemente. La tierra, para él, era la Madre Tierra -que le daba el sustento y le cobijaba como hace una madre con sus hijos- y no una simple extensión material destinada a ser explotada para su beneficio económico. Por eso algunas tribus, como los Nez Percés, se negaban incluso a cultivarla, pues ello equivalía a «rasgar el pecho de su madre». Esta naturaleza, este mundo «misteriosamente sumergido en Dios» -en palabras de Frithjof Schuon-, era siempre para el indio un santuario que encerraba la presencia del Gran Espíritu y la manifestaba a través de los innumerables fenómenos naturales. Sin duda, para nuestro mundo de hoy, acuciado por graves problemas ecológicos provocados por una actitud temerariamente destructiva ante la naturaleza y por un modo de vida demasiado alejado de ella, la visión que del mundo natural tenía el piel roja ofrece algunas respuestas que haríamos bien en escuchar.

« Con esta pipa de misterio caminaréis por la Tierra; pues la Tierra es vuestra Abuela y Madre, y es sagrada. Cada paso dado sobre ella debería ser como una plegaria. La cazoleta de esta Pipa es de piedra roja, es la Tierra. Este bisonte joven que está grabado en la piedra, y que mira hacia el centro, representa a los cuadrúpedos que viven sobre vuestra Madre. El cañon de la Pipa es de madera, y esto representa todo lo que crece sobre la Tierra. Y estas doce plumas que cuelgan de donde el cañon penetra en la cazoleta son de Wambali Galeshka, el Aguila Moteada, y representan al Aguila y a todos los seres alados del aire. Todos estos pueblos, y todas las cosas del Universo, están vinculadas a ti, que fumas la Pipa; todos envian sus voces a WakanTanka, el Gran Espíritu. Cuando oráis con esta Pipa, oráis por todas las cosas y con ellas »
Alce Negro
SIOUX OGLALA

Amo la tierra y el bisonte, y no quiero separarme de ellos... Quiero que los niños se críen como yo me crié... No quiero establecerme. Adoro vagar por las praderas. Allí me siento libre y feliz, pero cuando nos establecemos nos volvemos pálidos y morimos.
Satanta
KIOWA

La Tierra es nuestra madre. No deben molestarla con la azada ni el arado. Solo queremos subsistir de lo que nos da libremente.
Hin-Mut-Tu-Van-Lat-Kejt
( Jefe Joseph)
NEZ PERCE

Lo que acaece a la Tierra, les acaece también a los hijos de la Tierra. Cuando los hombres escupen a la Tierra, se están escupiendo a si mismos. Pues nosotros sabemos que la Tierra no pertenece a los hombres, que el hombre pertenece a la Tierra. Eso lo sabemos muy bien. Todo esta unido entre sí, como la sangre que une a una misma familia. Todo está unido. Lo que acaece a la Tierra, les acaece también a los hijos de la Tierra.
Jefe SeattIe
DUW AMISH

Dondequiera que fuesen los lakotas, allí estaban en compañía de la Madre Tierra; fuera cual fuese el lugar por el que vagaban de día o dormían de noche, allí estaban a salvo en su compañía. Esta idea consolaba y alentaba en todo momento a los lakotas, que por ello sentían una gratitud eterna hacia la tierra.
De Wakan Tanka surgía una fuerza unificadora que fluía a través de todas las cosas: las flores de las llanuras, los vientos, las rocas, los árboles, los pájaros y los animales, y esta fuerza era la misma que había animado con su soplo al primer hombre. De este modo todas las cosas estaban emparentadas y habían sido creadas por el Gran Misterio.
Luther Standing Bear
( Jefe Oso Erguido )
SIOUX OGLALA

El templo del indio era el propio mundo de la naturaleza y dentro de este santuario mostraba un gran respeto hacia toda forma, función y poder. El que el indio considerase sagradas todas las formas naturales que le rodeaban no constituye un hecho único, pues otras tradiciones (el Shinto japonés, por ejemplo) respetan las formas creadas como manifestaciones de las obras de Dios. Pero lo que es casi único en la actitud del indio es el hecho de que esta veneración hacia la naturaleza y hacia la vida es un aspecto central de su religión: cada forma del mundo que le rodea lleva en si tal cantidad de valores y significados precisos que tornados en conjunto constituyen lo que se podria denominar su «doctrina».
Joseph E. Brown

Las criaturas inferiores son fragmentarias, pero no tienen tan sólo ese aspecto «accidental» que permite al hombre matarlas y usarlas para su alimento; tienen también un aspecto «esencial» a causa de su simbolismo concreto por una parte y de su «anterioridad» por otra:
creadas antes que el hombre, pueden manifestar algo del Origen Divino y es ese aspecto lo que provoca a veces su veneracion;
en virtud de ese aspecto trascendente, se manifiesta fácilmente el Gran Espíritu -en el mundo de los indios- a través de los animales y plantas e incluso a través de los grandes fenómenos de la Naturaleza, como el sol, la roca, el cielo o la tierra.
La manifestación múltiple del Gran Espíritu desde el punto de vista del simbolismo y de la acción celestial, equivale al Gran Espíritu; las cosas no son en sí mismas misterios, sino, manifestaciones de misterios y el Gran Espíritu o el Gran Misterio, las sintetiza en su Unidad trascendente.
Frithjof Schuon

Nosotros no creíamos que las praderas infinitas, las hermosas colinas y los susurrantes arroyos rodeados de enmarañada maleza fueran «salvajes». Sólo el hombre blanco creía en la «naturaleza salvaje» y sólo él creía que la tierra estaba llena de animales «salvajes» y de pueblos «salvajes».
Para nosotros la naturaleza estaba domesticada. La tierra era pródiga y nos rodeaban las bendiciones del Gran Misterio. Hasta que llegó el hombre peludo del este y empezó a infligirnos con frenética brutalidad, a nosotros y a nuestros seres queridos, injusticia tras injusticia, la tierra no fue nunca «salvaje» para nosotros.
Cuando los animales del bosque empezaron a huir del hombre blanco fue cuando empezó para nosotros el «Salvaje Oeste».
Luther Standing Bear
( Jefe Oso Erguido )
SIOUX OGLALA

Oh Madre Tierra, oh Padre Cielo,
somos vuestros hijos y con la espalda cansada
os traemos regalos que amáis.
Luego tejemos para nosotros
un vestido de esplendor;
que la urdimbre sea la luz blanca de la mañana,
que la trama sea la luz roja de la tarde,
que los flecos sean la lluvia que cae,
que la orla sea el arco iris que se levanta.
Por esto tejemos para nosotros un vestido de esplendor.
Para que podamos caminar convenientemente
por donde cantan los pájaros.
Para que podamos caminar convenientemente
por donde la hierba es verde,
Oh Madre Tierra, Oh Padre Cielo.
(Canción del Telar Celeste )
TEWAS

Habeis visto que todo lo que hace el indio lo hace en un círculo, y esto es así porque el Poder del Mundo siempre actua en círculos, y todas las cosas tienden a ser redondas. En los días de antaño, cuando éramos un pueblo fuerte y feliz, todo nuestro poder nos venía del círculo sagrado de la nación y en tanto el círculo no se rompió, el pueblo floreció. El árbol florido era el centro vivo del círculo y el círculo de las cuatro direcciones lo nutría. El Este daba la paz y la luz, el Sur daba el calor, el Oeste daba la lluvia, y el Norte, con su viento frío y potente, daba la fuerza y la resistencia. Este conocimiento vino a nosotros desde el mundo exterior con nuestra religión. Todo lo que hace el Poder del Mundo se hace en un círculo. El cielo es circular, y he oido que la tierra es redonda como una bola, y también las estrellas son redondas. El viento, en su fuerza máxima, se arremolina. Los pájaros hacen sus nidos en forma de círculos, pues tienen la misma religión que nosotros. El sol sale y se pone en un círculo. La Luna hace lo mismo y ambos son redondos. lncluso las estaciones, con sus cambios, forman un gran círculo, y siempre regresan donde estaban. La vida del hombre es un círculo de infancia a infancia y así es en todas las cosas en que se mueve el poder. Nuestros tipis eran circulares como los nidos de los pájaros y estaban siempre dispuestos en círculo, el círculo de la nación, un nido hecho de muchos nidos en el que el Gran Espíritu quería que cobijásemos a nuestros hijos.
Alce Negro
SIOUX OGLALA

Amigo mío, volverán de nuevo.
Por toda la Tierra vuelven de nuevo.
Antiguas enseñanzas de la Tierra, antiguos cantos de la Tierra.
Vuelven de nuevo, amigo mío, vuelven.
Te los doy, y por ellos comprenderéis, veréis.
Vuelven de nuevo sobre la Tierra.
Caballo Loco
SIOUX OGLALA

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