Avatar: mucho más que una película.
Cameron ha convertido su sueño en realidad junto a la productora de Weta Digital (de Peter Jackson, director de ‘El señor de los Anillos’) y la empresa Stan Winston Studios, que se ha ocupado del diseño artístico de los elegantes y azules na’vi.
Pero la búsqueda de verosimilitud va mucho más allá de la imagen. Cameron trabajó con Paul Frommer, lingüista y director del Centro de Gestión de Comunicación de la Universidad del Sur de California, para desarrollar una lengua y una cultura na’vi. Su idioma no es una mera serie de sonidos extraños, sino que se han creado un vocabulario y una sintaxis perfectamente creíbles, basadas en parte en el maorí.
Tampoco la banda sonora se ha dejado al azar. El compositor James Horner ha trabajado con la etnomusicóloga Wanda Bryant para crear una música ‘apropiada’ para la cultura na’vi.
La calidad gráfica, uniendo un muy alto realismo CGI con efectos especiales para apreciarse únicamente en salas 3D es inigualable, es un gran avance tecnológico y una nueva manera de contar una historia, de seguro que el 3D en unos años será el estándar de todas las películas.
Me gusto mucho como la realidad de Jake se atrofiaba tanto entre los 2 mundos al nivel que él ya no sabía cuando estaba soñando y cuando estaba despierto. en verdad ser un na’vi gigante en medio de Pandora es todo un sueño.
Es un gran trabajo el realizado para crear la fauna de Pandora, plantas, insectos y animales nunca antes vistos. En ciertos momentos se notaba una calidad al nivel de los mejores documentales de National Geographic. Todo parecía muy real, natural y a la vez único y espectacular. En esto se sacaron 1.000/100
Pero escencialmente es un llamado a desmoronar eso del mito del hombre que quiere jugar a ser Dios y lo único que lleva consigo, aún no teniendo que salir del planeta, es una tremenda carga de odio, miseria, egoismo y un apetito desmedido para destruir y conquistar aquello que no le pertenece. Como mensaje antropológico me parece muy rico, y hasta en algunos pasajes me puse en la piel de los millones de aborígenes masacrados por nuestros "amados colonizadores"... Un interesante llamado de atención hacia donde va el hombre y una pesada crítica a las políticas de apropiación de los estadounidenses.
Y un detalle más: para un agnóstico practicante como Cameron, un estupendo mensaje de como la conexión con lo que creemos nos trasciende es un recurso por demás de válido. Sinceramente me pareció bellísima desde lo conceptual hasta lo estético. Ojalá gané la estatuilla.
Comentarios
Publicar un comentario