La Verdadera Historia de Halloween (Samhain)



El Samhain es la festividad de origen celta más importante del periodo pagano que dominó Europa hasta su conversión al cristianismo, en la que la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre servía como celebración del final de la temporada de cosechas en la cultura celtan y era considerada como el «Año Nuevo Celta», que comenzaba con la estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. Su etimología es gaélica y significa 'fin del verano'.

Ha sido practicada desde hace más de tres mil años por los pueblos celtas que han poblado toda Europa.

En la actualidad del Samain continúa celebrándose por los seguidores de movimientos religiosos neopaganos, como la wiccan y el druidismo.

Sobre la religión de los druidas, no sabemos mucho pues no escribieron sobre ella, todo se transmitía de generación en generación. Sí sabemos que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 de noviembre y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de otoño y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los espíritus» y con ello se iniciaba el año nuevo celta. Esta fiesta de los espíritus era una de sus fiestas principales pues celebraban lo que para los cristianos sería el «cielo y la tierra» (conceptos que llegaron solo con el cristianismo). Para ellos el lugar de los espíritus era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor. Los celtas celebraban esta fiesta con ritos en los cuales, los sacerdotes druidas, sirviendo como «médium», se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortal. Se dice que los «espíritus» de los ancestros venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares.

Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba un día a festejar a «Todos los Mártires». Tres siglos más tarde el Papa Bonifacio IV (615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (panteón) en un templo cristiano dedicándolo a «Día de todos los Santos», a todos aquellos que los habían precedido en la fe. La fiesta en honor de Todos los Santos inicialmente se celebraba el 13 de mayo, pero fue el Papa Gregorio III (741) quien la cambió de fecha al 1 de noviembre, que era el día de la «Dedicación» de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la Fiesta de «Todos los Santos» se celebrara universalmente. Como fiesta mayor, ésta también tuvo su celebración vespertina en la «vigilia» para preparar la fiesta (31 de octubre). Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los Santos, dentro de la cultura Inglesa se tradujo al inglés como: «All Hallow's Eve» (inglés: All Hallow's Eve, ‘(Vigilia de Todos los Santos’)?. Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a «All Hallowed Eve», posteriormente cambio a «All Hallow Een» para terminar en la palabra que hoy conocemos «Halloween».

Existen algunas prácticas tradicionales en las naciones celtas que aún conservan la herencia de dicha fiesta, como las diásporas irlandesa y escocesa.

La misma palabra fue usada para nombrar un mes en el antiguo calendario celta, en particular a las primeras tres noches de este mes con el festival marcando el final del verano y de las cosechas. En los idiomas gaélicos «Samhain» es la palabra para «noviembre» y puede significar «fin del verano».

El calendario celta dividía el año en dos partes, la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (lunación octubre-noviembre), y la mitad clara, comenzando en el mes de Giamonios (lunación abril-mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura, así Samonios se convertía en el año nuevo celta. Todos los meses comenzaban con la luna llena y la celebración del año nuevo tomaba lugar durante las «tres noches de Samonios», la luna llena más cercana entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Las lunas llenas marcaban el punto medio de cada mitad del año durante las cuales se celebraban festivales. El calendario de Coligny marca la luna de pleno verano, sin embargo, omite la de pleno invierno. El calendario fue diseñado para alinear las lunaciones con el ciclo agrícola, y la posición astronómica exacta del Sol se consideraba menos importante.

En la Irlanda medieval, Samhain permaneció como la principal festividad, celebrado con una gran asamblea en la corte real de Tara, durando tres noches, consistente con el testimonio galo.

La festividad céltica del Samhainn 3 se describe como una comunión con los espíritus de los difuntos que, en esta fecha, tenían autorización para caminar entre los vivos, dándosele a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evolucionó convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces.

Después de que los romanos conquistaran gran parte de los territorios celtas, estos influenciaron el mundo céltico con sus festivales a la diosa romana de la cosecha, Pomona. Más tarde, los cristianos calificaron las celebraciones celtas como una práctica herética, destruyendo bajo este pretexto gran cantidad de la cultura, monumentos, y tradiciones celtas, para afianzar su dominio político y social del viejo continente. Fue la época de sometimiento de los pueblos libres paganos, que eran convertidos al cristianismo demonizando sus creencias, adoptando sus festivales, y convirtiéndolos al cristianismo. Así, el de Samain se convirtió en el día de Todos los Santos, de donde deriva el nombre inglés de Halloween.

Por el Samhain era costumbre vaciar nabos (posteriormente calabazas, debido a una tradición irlandesa) para ponerles dentro velas. Varios siglos después, esta tradición (que renace en la actualidad gracias al movimiento neo-pagano) tiene continuidad en el actual Halloween, exportación de los irlandeses a Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX.

Se trata en gran parte de un festejo secular, aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa.

Expansión a Norteamérica

En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos y Canadá, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran hambruna irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los jack-o'-lantern (calabaza gigante hueca con una vela dentro) [cita requerida], inspirada en la leyenda de «Jack el Tacaño».

Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.

La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión. En 1978, se estrenaba en Estados Unidos y en el mundo entero La noche de Halloween, de John Carpenter; una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror de serie B; con innumerables secuelas e imitaciones.

Originalmente el truco o trato (en inglés «Trick-or-treat») era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente «truco o trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (que recibiría el nombre de jack-o'-lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween) él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro (y con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas[cita requerida], el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy día cuando llega esta fiesta).

Realmente, aunque se ha generalizado la traducción «truco» en castellano por el inglés «trick» y «trato» literalmente por «treat», en el caso del «Trick-or-treating» no se trata de un truco propiamente dicho sino más bien de un susto o una broma por lo que una traducción más exacta sería por ejemplo «susto o dulce» o «travesura o dulce».

En la actualidad, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase «truco o trato», «truco o dulce» o «travesura o dulce» (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.

En México existe una versión denominada Calaverita en la que los niños preguntan ¿me da usted mi calaverita? en lugar de ¿Truco o Trato? refiriéndose a un dulce con forma de calavera.

El recorrido infantil en busca de golosinas probablemente enlace con la tradición neerlandesa de la Fiesta de San Martín.

Conclusiones: Toda festividad puede ser manipulada por los actores sociales en pos de sus beneficios, sean estos culturales o bien necesidades religiosas, económicas, políticas o de otra índole.

Es una fiesta satánica? NO, terminanetemente no. Su origen es pagano, y en las culturas en las que nace la festividad aún el cristianismo como expresión religiosa no había prendido. Se trata de un culto más de intenciones naturales como el aumento de la productividad de las cosechas y los sembradíos. No se puede hablar de Satanismo cuando el culto al "dios" de las tinieblas no se conoce.

Puede usarse con malas intenciones: SI, seguramente habrá quien, haciendo mal uso del significado lo manipula de manera "non santa"; pero esa también es una costumbre que tiene arraigo en la religiosidad popular... cuántas personas llevan escondidas entre sus ropas imágenes de San La Muerte, Gaucho Gil u otras devociones populares para que sean bendecidas durante la misa...

Este artúculo no busca de ninguna forma hacer apología de una festividad que NADA tiene que ver con nuestras tradiciones, pero intenta de alguna manera "desatanizar" una fecha cargada de desconocimiento y misticismo negativo.

Es más, su festejo en América Latina carece de sentido y relevancia simbólica, pero bueno, no es la primera ni la última festividad que se nos impone... Ya deberíamos haberle pedido a perdón a San Patricio y a San Valentín.

Lic. Maurantonio Salinas.


Comentarios

Entradas populares