De que hablamos cuando hablamos de Ostracismo? Un "cacho" de cultura.



El ostracismo es, en la Antigua Grecia, el destierro a que se condenaba a los ciudadanos que se consideraban sospechosos o peligrosos para la soberanía popular.

La palabra griega ὀστρακισμός (ostrakismós) significa exactamente "destierro por ostracismo".

La palabra ὄστρακον (óstrakon) quiere decir cáscara de huevo, caparazón de tortuga, caparazón en general, incluso las que están hechas de barro. También se refiere a un trozo de terracota en forma de concha donde se escribía el nombre de aquellos ciudadanos de la antigüedad que serían desterrados después de una votación.

La ley del ostracismo en Atenas, data del año 510 a. C., por Clístenes y se puso en práctica en el año 487 a. C. como lucha contra la tiranía. Primero fue condenado el político Hiparco, más tarde Megacles V, Jantipo (padre de Pericles) y en el 482 a. C., Arístides, por sus enfrentamientos sociales a favor de los campesinos y en contra de las flotas marítimas. El último condenado se sabe que fue un demagogo ateniense llamado Hipérbolo, en el año 417 a. C.

Para aplicar la ley se reunían cada año durante la sexta pritanía (entre enero y febrero) en asamblea y votaban sobre si se debía proceder a un ostracismo.

La votación se realizaba a mano alzada, no había un debate y los nombres de los candidatos no se revelaban. Si el resultado era positivo, volvían a tener una votación pública dos meses más tarde, en la siguiente pritanía: se reunían nuevamente, pero esta vez en asamblea solemne (catekkelesía) con un quorum de 6000 votantes, y cada ciudadano que deseaba votar, inscribía sobre un fragmento de cerámica o eventualmente en una concha de ostra (de ahí la palabra ostracon), el nombre del sujeto cuyo destierro le parecía necesario para el bien público. Siempre que había una mayoría absoluta de votos, la persona cuyo nombre aparecía debía abandonar la ciudad en el plazo máximo de diez días y permanecer exiliado durante diez años.

El exilio no era nunca permanente y, además, la persona exiliada no perdía jamás sus derechos como ciudadano e incluso podía ser perdonado por una nueva votación de la asamblea. Durante el periodo de destierro, la ekklesía conservaba los ostraca en los que figuraban los nombres de los ostraquizados.

Esta votación se hacía al pie de la colina en la que se ubicaba el Cerámico, el barrio de alfareros de Atenas. Al pie de dicha colina se arrojaban los productos de alfarería defectuosos, rompiéndose en trozos cóncavos que recordaban la forma cóncava e irregular de una concha de ostra (ostracon).

Era un mecanismo de autodefensa popular, un simple voto de confianza política: no constituía una pena judicial, ni un condena penal.

Por Aristóteles se sabe que también el gobierno democrático de Argos practicaba el ostracismo.​ En un escolio a Aristófanes se cita a Megara y a Mileto como ciudades donde así mismo se aplicaba el ostracismo.

El ostracismo fue sobre todo utilizado como arma política en las rivalidades entre las heterías políticas (facciones aristocráticas) en el primer cuarto del siglo V a. C. Plutarco refiere como Hipérbolo fue ostraquizado mediante un acuerdo entre Nicias y Alcibíades, que anteriormente habían estado enfrentados y que deberían haber sido los protagonistas de la «ostracoforia», ya que estaban propuestos por la asamblea, ese mismo año de 417 a. C.: «como el pueblo estaba a punto de votar el ostracismo de uno de los dos, tras ponerse de acuerdo las facciones de ambos, instaron el ostracismo de Hipérbolo».

Plutarco mismo, escribe en tono jocoso una anécdota sobre el ostracismo de Arístides:

Se cuenta que un analfabeto, tras entregar su óstrakon a Arístides, le pidió que escribiera el nombre de Arístides. Este asombrado le preguntó si Arístides le había causado algún daño. «En absoluto», respondió, «ni conozco a ese hombre, pero me molesta oírle llamar por todas partes el Justo». Después de escucharle, no replicó, escribió su propio nombre y le devolvió el óstrakon.
Plutarco, op. cit. VII, 7–8

Su ostracismo tuvo lugar en la primavera de 482 a. C., aunque a propuesta de Temístocles se aprobó un decreto de amnistía.4​ Aristóteles y Cornelio Nepote discrepan en el año. Cf. Arístides

La desaparición del ostracismo se explica por la posibilidad de utilizar otros métodos menos duros (sin necesidad de cuórum), para eliminar a los adversarios políticos: el más importante de ellos fue la eisangelia, un procedimiento de acusación de un magistrado ante la asamblea.

Petalismo:

El petalismo (del griego πεταλισμός) era un procedimiento que se aplicaba en la ciudad siciliana de Siracusa según el cual se desterraba a las personas que se consideraban demasiado poderosas escribiendo su nombre en una hoja de olivo. Se trataba de un sistema inspirado en el ostracismo con el que se pretendía controlar las pretensiones de aquellos hombres que querían implantar una tiranía y provocaban abundantes desórdenes en la ciudad. El exilio de las personas cuyo nombre aparecía más frecuentemente en las hojas de olivo tenía una duración de cinco años.

La descripción del petalismo la proporciona un relato de Diodoro Sículo de donde se deduce que el petalismo se estableció a mediados del siglo V a. C. Se desconoce la fecha en que fue abolido pero Diodoro señala que duró poco tiempo.

El petalismo fue abolido pronto debido a que, a causa del temor al exilio, los ciudadanos más importantes, que por su poder o su virtud habrían podido prestar mejores servicios a su patria, se alejaban de los asuntos públicos y se dedicaban únicamente a la administración de sus propios bienes mientras que, por contra, los más perversos y los más audaces se implicaban en los asuntos de Estado y fomentaban entre las masas el desorden y la revuelta y abundaban los demagogos y los aduladores.

Es posible que algunas defixiones halladas en Sicilia que están talladas en forma de hoja estén relacionadas con el petalismo.

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