Dibbuks... O cuando el demonio no distingue de religión.





Dibbuks
A lo largo de la historia, uno de los temores más oscuros y más persistentes de los seres humanos ha sido la posesión, la espeluznante idea de que el cuerpo y la mente de uno puedan ser dominadas por una fuerza inhumana, hambrienta y endiabladamente siniestra. Asimismo, se ha rumoreado que toda clase de demonios y fantasmas se aprovechan de nuestras almas, pero el Dibbuk es único entre ellos. Según el folklore judío, existe un tipo de Dibbuk (que en hebreo significa "aferrarse") que es un espíritu maligno que deambula en el limbo y sobrevive mediante la fusión de sí mismo a una persona viva y cohabita su ser. Para mantener contenido su terrible poder, los carpinteros construyeron arcas o cajas especiales para atrapar a los Dibbuks, y el incomprensible mal que representaban, para siempre.

Hay historias de Dibbuks que se remontan a la época bíblica. Pero, recientemente, todas las miradas se dirigieron hacia una aparición en el Siglo XXI, una inesperada y escalofriante noticia que encabezó los titulares. En 2004, el periodista Leslie Gornstein, de Los Angeles Times, reveló la historia de un hombre que estaba subastando un objeto particularmente perturbador en Ebay: afirmaba que era una auténtica "Caja Dibbuk", que había acosado a cada uno de sus propietarios, incluido él mismo, con tanto terror profano que estaba desesperado por deshacerse de ella.
Su historia narraba los efectos terribles que la caja había provocado en sus propietarios hasta ese momento. Caída del cabello. Pesadillas que habían acechado a familias enteras. Enfermedades repentinas que habían abatido a algunos propietarios, mientras que otros habían visto visiones estrafalarias y habían oído voces inexplicables. Todos los propietarios reportaron una racha de mala suerte terrible que el vendedor comparó con "todo el infierno se ha desatado."

La caja atrajo el interés de investigadores sobrenaturales de todo el mundo, y rápidamente se vendió al encargado de un museo universitario, llamado Jason Haxton, quien luego comenzó a ampliar la información sobre la macabra historia del tormento que la caja ejercía sobre sus propietarios y a examinar sus símbolos y reliquias peculiares con la ayuda de los místicos judíos que estaban familiarizados con los mitos y leyendas del Dibbuk. Por último, la caja se remontaba a una sobreviviente del Holocausto, de 103 años de edad, quien personalmente había traído el recipiente sellado a Estados Unidos después de la guerra y había advertido a su familia (al parecer, en vano) que nunca, nunca intente abrirlo.

La existencia en la vida real de una caja tan maldita estremeció a quienes ya sabían acerca de los Dibbuks. Incluso, Los Angeles Times reportó a una persona que había rogado a Haxton que eliminara las fotos de la caja de Internet a fin de evitar que el espíritu encontrara su camino en alguien a través de ese portal.
Pero la verdadera y escalofriante historia fascinó a otros, entre ellos a Sam Raimi, el director de cine que ha puesto su sello propio y original en el género de película de terror con una narración que tiene que ver con el arte de la sorpresa inesperada. Mientras continúa con el éxito de taquilla de la serie Spider Man, Sam Raimi siempre ha permanecido fiel a su amor por un buen susto y por historias que enfrentan al público cara a cara con los misterios numinosos que, incluso hoy en día, permanecen inexplicables de un modo inquietante.

Debido a que la caja Dibbuk era definitivamente real, y a que la gente se moría de miedo, Raimi sintió que la historia tenía todos los ingredientes de un viaje cinematográfico que mantendría al público al borde de sus asientos y espantados por terribles sustos que persistirían aún después de finalizada la película, y por un buen rato.

"Siempre sentimos miedo a lo desconocido", dice Raimi. "Y, por supuesto, queremos saber si los fantasmas y los demonios existen realmente o no y qué sucede a nuestro espíritu cuando morimos. Así que cuando alguien cuenta una historia como la de la caja Dibbuk y sus terribles, terribles efectos que provoca en todas las personas que estuvieron cerca de ella, ésta llega a la esencia misma de nuestros miedos y deseos más profundos.

En esta historia real, vimos la oportunidad de explorar algunos temas clásicos del terror - y convertirlos en nuevos para una nueva generación".
La empresa de producción de Raimi, Ghost House Pictures, estaba lista para lanzarse a este concepto. "Inmediatamente después de leer el artículo en Los Angeles Times, no podíamos creer que esta caja estuviera realmente allí, en el mundo", comenta el productor JR Young. "Sam dijo que éste es exactamente el tipo de cine que Ghost House debería estar haciendo. Tenía todas las cualidades sobrenaturales espeluznantes para inspirar algo realmente especial."

El productor Robert Tapert agrega, "la historia tenía varios elementos nuevos e intrigantes que Sam y yo nunca habíamos visto, especialmente, toda la mitología del Dibbuk. El hecho de que detrás de ésta, en realidad, ocurrió algo terrible y reciente que se puede encontrar en Internet hace que la historia sea mucho más emocionante. En realidad, desafía nuestras creencias cuando uno lee acerca de todas las cosas espeluznantes que parecen estar ocurriendo alrededor de esta caja."
La caja era tan aterradora que, incluso cuando comenzaron a desarrollarla, el equipo de Ghost House sentía un temor respetuoso y mantuvo distancia. "Nunca me acerqué a la caja, tampoco quería", dice Raimi. "Sólo el sitio web fue lo suficientemente aterrador, así que lo último que quería era correr el riesgo de llevarla a casa o a la oficina. El precio de descubrir algo más era demasiado alto".

Mientras que la verdadera caja Dibbuk había pasado de un propietario traumatizado a otro, Ghost House comenzó a buscar la manera de contar una sola historia a partir de todos sus antecedentes macabros. Eso fue lo que encontraron en el guión escrito por Juliet Snowden y Stiles White, quienes "tomaron todos los elementos más aterradores de la verdadera historia de la caja e hicieron que todo le sucediera a una sola familia", dice Raimi. "Uno puede identificarse fácilmente con esta familia, lo que permite que lo fantástico, cuando toma lugar, sea aún más intenso".

Ghost House estaba realmente ansioso por colaborar con Lionsgate, con quien tiene una gran afinidad creativa. Tapert aclara, "Lionsgate es una compañía que ha demostrado una y otra vez que realmente entiende las películas de terror", Raimi añade, "el equipo de Lionsgate aportó ideas muy inteligentes, pero al mismo tiempo, nos permitió tener el control creativo. La colaboración resultó maravillosa y saludable".

Tanto Ghost House como Lionsgate estaban muy emocionados por añadir una nueva entrada a la lista de películas de terror basado en noticias inquietantes. Entre otros, The Exorcist se inspiró en un artículo sobre el exorcismo real de un adolescente de Maryland, The Amityville Horror se basó en las experiencias de George y Kathy Lutz que vivían en una casa en Long Island, sacudida por eventos tenebrosos, y The Hills Have Eyes se basó en una historia real de un clan de caníbales, en Escocia.

"El simple hecho de saber que lo que uno está viendo en la pantalla está vinculado a hechos reales aumenta las dudas y los temores", dice Raimi.

Para dirigir la película, Ghost House y Lionsgate querían una visión fresca, la que encontraron en una fuente inesperada: Ole Bornedal, un director danés galardonado que hace su tan esperado regreso a las películas norteamericanas después de su escalofriante thriller de suspenso Nightwatch.

"Sam y yo somos grandes amantes del cine y una cosa que tienen las películas de terror es la visión del director impreso directamente sobre el material", explica Tapert. "Creímos que Ole tenía la experiencia para volcar el horror en esta historia y, a su vez, la capacidad para destacar las relaciones interpersonales que permiten a la audiencia identificarse personalmente con lo que le está pasando a esta familia."

Raimi sentía curiosidad por Bornedal, luego de haber visto The Substitute, una comedia de terror danesa sobre un profesor sustituto que resulta ser, literalmente, de otro planeta. "Éramos grandes fans de Ole y cuando presentó su primer enfoque, sentimos que teníamos todo vendido", recuerda. "Ole vio que todo el miedo y el suspenso dependería de la historia de la familia. Tiene una gran percepción de los personajes y construyó la atmósfera alrededor de la familia amenazada, la familia que se está desmoronando y la familia que tiene que encontrar el coraje y el amor para vencer a las tinieblas de este demonio.

Realmente, trabajó en todos los detalles para lograr que lo que cada persona está experimentando fuera psicológicamente real".

Desde el principio, Bornedal se entusiasmó con la historia, aunque también fue muy cuidadoso con la caja real y mantuvo a la producción segura, lejos de ella. "Me invitaron a quedarme con una familia que tenía la caja Dibbuk, pero rechacé la invitación", admite. "He oído tantos rumores que creo que no es una buena idea para ninguna persona estar cerca del verdadero objeto."

Ya que todo empezó a partir de un hecho real, el realismo psicológico inquietante se convirtió en el pilar del enfoque de Bornedal. Quería explorar este tema recurrente, del niño inocente amenazado por un mal que todo lo consume, de una forma más real y contemporánea.

"Con esta película queríamos ver si podíamos interpretar el género de manera un poco diferente", dice Bornedal. "Lo que intentamos hacer en esta película fue, ante todo, lograr que los personajes fueran verosímiles y luego, mostrar cómo una auténtica familia moderna reacciona ante estos hechos terribles e inexplicables. Queríamos mostrarle al público no sólo la posesión de Em, sino también la experiencia de cómo una niña reacciona emocionalmente al descubrir que está poseída por un demonio".
La ansiedad y la paranoia penetran en la familia Brenek a medida que se enfrentan entre sí por el Dibbuk, y deben luchar para recuperar el control del demonio, que no sólo pretende a su hija, sino también destruir sus lazos. "Lo único en juego es una familia que trata de sobrevivir - y Ole hace de eso el punto de enfoque de la película", dice Young. "Queremos que el público salte de sus asientos quince veces durante la película - pero a su vez, queremos que la gente se vaya con la sensación de que todo esto le ocurrió a una familia en la vida real".

Puede que la verdadera caja Dibbuk haya estado bien lejos del set, pero, no obstante, su presencia fantasmal se sintió. De hecho, para el reparto y el equipo, la producción de Posesión satánica habría desafiado no sólo sus propias habilidades sino también su coraje - como si algo del Dibbuk hubiera inspirado escalofriantes sucesos a lo largo del rodaje.

"Cosas extrañas sucedieron en el transcurso de la filmación", confiesa Young. "En un momento, estábamos buscando la habitación donde el exorcismo final de la película se lleva a cabo - y, de repente, se sintió un gran estruendo y una bombilla literalmente explotó. Ya habíamos oído hablar de que la caja Dibbuk podría provocar que las bombillas se rompieran, y eso pasó. Uno de los dueños anteriores de la caja, un comerciante de antigüedades, había reportado que un día salió de su tienda y su empleado le llamó llorando 'Hay alguien aquí, hay alguien aquí'. "Cuando regresó, todas las lamparitas habían estallado.

Así que, cuando uno comienza a hacer estas conexiones, se pregunta: ¿qué nos motivó a nosotros mismos a involucrarnos en esta película?"…








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