Una tribu indígena que sale de su aislamiento causa revuelo en Perú
Aparecen las primeras fotos tomadas de cerca a los mashco-piro en la zona amazónica. El clan se mueve en la selva y hace contacto con el mundo moderno. Le atribuyen muertes.
Las autoridades peruanas confesaron estar en apuros para mantener alejados a los extraños de un clan de indígenas amazónicos que vivían aislados y que comenzaron a aparecer el año pasado en los bancos de un río popular para ecoturismo.
El comportamiento del pequeño grupo de indígenas mashco-piro, que deja perplejos a los científicos, podría estar relacionado con la invasión de la región sur por parte de taladores y por aviones de las operaciones cercanas de gas natural y petróleo.
Los miembros del clan han sido responsabilizados de dos ataques con arco y flecha contra personas cerca de la ribera en el estado de Madre de Dios. Un guardia forestal resultó gravemente herido en octubre. Al mes siguiente, un indígena matsiguenka llamado Nicolás "Shaco" Flores, que había conducido a un antropólogo español hasta las cercanías de los mashco-piro, fue herido de muerte mediante una flecha que le atravesó el corazón. Flores mantenía una vieja relación con los mashco-piros.
El grupo activista Survival International difundió ayer las fotografías tomadas en noviembre por el investigador español Diego Cortijo, que muestran a miembros de la tribu en la ribera, y describió las fotos como "las imágenes más detalladas de indígenas no contactados que jamás se han obtenido".
Cortijo, miembro de la Sociedad Geográfica Española, tomó las fotos con teleobjetivo a 120 metros de distancia y acompañado por Flores a quien había ido a buscar y quien se comunicaba con los mashco porque hablaba dos dialectos parecidos. Cinco días después de esa expedición realizada el 1º de noviembre Flores apareció asesinado.
Se calcula que la población de mashco-piros abarca cientos de indígenas y habita el Parque Nacional del Manú.
Aunque se desconoce qué provocó que los mashco-piros salieran de la relativa seguridad de su hogar en la selva, Beatriz Huerta, una antropóloga que trabaja con la agencia Indepa de Perú para asuntos indígenas, conjeturó que su hábitat está cada vez menos aislado.
La región superior de Madre de Dios ha sido afectada por taladores, dijo. "Están sacando madera muy cerca".
Además, dijo Huerta, naturalistas locales y funcionarios del parque del Manú le dijeron que un aumento en el tránsito aéreo relacionado con la exploración petrolera está afectando de manera adversa las tierras donde cazan los nativos, y obliga a que las tribus nómadas aumenten su ritmo de migración.
Extraño. Se piensa que el clan que se apareció en el río tiene unos 60 miembros, entre ellos unos 25 adultos, dijo Carlos Soria, un profesor de la Universidad Católica de Lima que dirigió la agencia de protección de parques Sernanp.
"Parece que querían llamar un poco la atención. Es un poco extraño porque en otras ocasiones han atacado a gente", indicó Cortijo por teléfono desde España.
Cortijo dijo que el grupo se quedó en el área unos minutos, al parecer para ver si pasaba un bote y podían pedir algunas herramientas, algo que las autoridades dicen han hecho previamente.
"El sitio donde fueron vistos es un área de tránsito pesado" de carga y turismo, así que el potencial de más encuentros violentos sigue siendo alto, dijo Soria. El problema se agrava por el choque de culturas. Los mashco-piro tienen su propio código social, que Soria dice incluye la práctica de secuestrar a mujeres y niños de otras tribus.
Gentileza Diario La Capital de Rosario.
Las autoridades peruanas confesaron estar en apuros para mantener alejados a los extraños de un clan de indígenas amazónicos que vivían aislados y que comenzaron a aparecer el año pasado en los bancos de un río popular para ecoturismo.
El comportamiento del pequeño grupo de indígenas mashco-piro, que deja perplejos a los científicos, podría estar relacionado con la invasión de la región sur por parte de taladores y por aviones de las operaciones cercanas de gas natural y petróleo.
Los miembros del clan han sido responsabilizados de dos ataques con arco y flecha contra personas cerca de la ribera en el estado de Madre de Dios. Un guardia forestal resultó gravemente herido en octubre. Al mes siguiente, un indígena matsiguenka llamado Nicolás "Shaco" Flores, que había conducido a un antropólogo español hasta las cercanías de los mashco-piro, fue herido de muerte mediante una flecha que le atravesó el corazón. Flores mantenía una vieja relación con los mashco-piros.
El grupo activista Survival International difundió ayer las fotografías tomadas en noviembre por el investigador español Diego Cortijo, que muestran a miembros de la tribu en la ribera, y describió las fotos como "las imágenes más detalladas de indígenas no contactados que jamás se han obtenido".
Cortijo, miembro de la Sociedad Geográfica Española, tomó las fotos con teleobjetivo a 120 metros de distancia y acompañado por Flores a quien había ido a buscar y quien se comunicaba con los mashco porque hablaba dos dialectos parecidos. Cinco días después de esa expedición realizada el 1º de noviembre Flores apareció asesinado.
Se calcula que la población de mashco-piros abarca cientos de indígenas y habita el Parque Nacional del Manú.
Aunque se desconoce qué provocó que los mashco-piros salieran de la relativa seguridad de su hogar en la selva, Beatriz Huerta, una antropóloga que trabaja con la agencia Indepa de Perú para asuntos indígenas, conjeturó que su hábitat está cada vez menos aislado.
La región superior de Madre de Dios ha sido afectada por taladores, dijo. "Están sacando madera muy cerca".
Además, dijo Huerta, naturalistas locales y funcionarios del parque del Manú le dijeron que un aumento en el tránsito aéreo relacionado con la exploración petrolera está afectando de manera adversa las tierras donde cazan los nativos, y obliga a que las tribus nómadas aumenten su ritmo de migración.
Extraño. Se piensa que el clan que se apareció en el río tiene unos 60 miembros, entre ellos unos 25 adultos, dijo Carlos Soria, un profesor de la Universidad Católica de Lima que dirigió la agencia de protección de parques Sernanp.
"Parece que querían llamar un poco la atención. Es un poco extraño porque en otras ocasiones han atacado a gente", indicó Cortijo por teléfono desde España.
Cortijo dijo que el grupo se quedó en el área unos minutos, al parecer para ver si pasaba un bote y podían pedir algunas herramientas, algo que las autoridades dicen han hecho previamente.
"El sitio donde fueron vistos es un área de tránsito pesado" de carga y turismo, así que el potencial de más encuentros violentos sigue siendo alto, dijo Soria. El problema se agrava por el choque de culturas. Los mashco-piro tienen su propio código social, que Soria dice incluye la práctica de secuestrar a mujeres y niños de otras tribus.
Gentileza Diario La Capital de Rosario.
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