Mundos paralelos: las otras dimensiones

Hace casi un siglo, el reverendo Edwin Abott escribió un libro llamado Flatland (País Llano). Flatland era un mundo de dos dimensiones, una superficie llana donde vivían seres de diversas formas geométricas incapaces de abandonar su mundo ni imaginar que pudiera existir algo diferente.

La vida transcurría plácidamente hasta que un día, un habitante común, un cuadrado, tuvo una experiencia paranormal: una visita de un ser del Más Allá. Y lo que vio fue un ser tridimensional, una esfera, pero cuando el objeto penetró en Flatland solo percibió su sección transversal, es decir, un círculo. El visitante abrió así los ojos del cuadrado haciéndole ver por primera vez la superficie llana en que vivía y la posibilidad de la existencia de una tercera dimensión.

Cuando el cuadrado volvió a su casa nadie quiso creerle y fue encarcelado, porque vieron en él una amenaza para la sociedad. Muchos científicos medievales y no pocos investigadores modernos han pasado por situaciones semejantes.

Dimensiones Alteradas trata de recoger aquellos sucesos, lugares y experimentos que escapan a nuestra Tercera Dimensión. Desde el Triángulo de las Bermudas, el Mar del Diablo, personas tragadas por puertas dimensionales, apariciones y desapariciones imposibles, el experimento Filadelfia y muchos más.



¿Habitante de otra dimensión?
En 1851 fue encontrado un hombre vagando por un pueblo cerca de Frankfurt-an-der-Order, en lo que es ahora la República Democrática Alemana. No fue capaz de explicar cómo había llegado allí, pero dijo que vivía en Laxaria, en un país llamado Sakria. Ambos lugares eran y siguen siendo hoy en día desconocidos.



Caído de la nada
En 1975 fue hallado muerto un hombre que vestía un traje a rayas muy bien planchado. Aparentemente había caído del paso elevado de West Botley, cerca de Oxford (Inglaterra). A las prendas se les había quitado las etiquetas de fábrica y el cadáver no tenía nada que permitiera identificarle. El hombre llevaba cinco pañuelos, todos ellos marcados con la inicial "M", y una tira que contenía quince tabletas de un fármaco nuevo denominado Vivalán. El medicamento era tan nuevo que pocos médicos sabían de su existencia, y los que lo conocían lo habían recetado sólo a mujeres, ninguna de las cuales conocía a "M". La identidad del hombre sigue siendo un misterio. Parece ser que "M" había surgido del aire y caído verticalmente, encontrando así la muerte.


Seres de otro lugar
Un día de 1977, la Sra Atkin, se dirigías a su casa, cuando se le apareció un Gnomo. Este se comunicó con ella telepáticamente; su mensaje decía que deberíamos armonizarnos con la naturaleza puesto que, una vez conseguido eso, estaríamos en armonía con nosotros mismos y con los demás, y ya no destruiríamos la Tierra ni a nuestros hermanos. Los Gnomos querían que hubiera algún tipo de organización que defendiera sus intereses. Por ello, la señora Atkin es ahora directora del "Gnome International".

La señora Atkin añadió un detalle intrigante: "La capucha de los gnomos machos era puntiaguda, mientras que la capucha de las hembras tenía forma espiral. Esto indicaría su origen: la capucha puntiaguda simboliza arriba y la espiral simboliza dentro." Un lugar que está al mismo tiempo dentro y encima de este mundo y que coexiste con él, pero en algún otro plano. ¿Se trata de seres procedentes de otra dimensión?

La Mussara:
En las entrañas de la provincia de Tarragona, dentro del término municipal de Vila Plana, se encuentra La Mussara, un pueblo abandonado desde el año 1956 famoso por su belleza paisajistica, sus vías de escalada y sobre todo por los misterios que le rodean.

En la actualidad quedan solamente las ruinas de unas pocas casas y una iglesia en cuyo interior hay muestras de que algún tipo de ritual ha sido practicado en este lugar.

A pocos metros del pueblo hay un caserío junto al cual, se comenta, hay una piedra de gran tamaño que todo aquél que la sobrepasa va a parar a la Villa del Seis, un siniestro lugar que está en otra dimensión. Y es que en este lugar se han producido misteriosas desapariciones que a día de hoy no se les ha encontrado explicación. Ni que decir tiene que el número seis ya nos sugiere algo diabólico.

Por si acaso, si ves esa piedra, no vayas más allá no sea que…

Proximamente más casos... entre ellos el Río Paraná, aunque Ud no lo crea.

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