Annabelle, la historia real: mucho más terrorífica que la película



¿Qué tipo de película de terror te deja comprobando las cerraduras e investigando todos los extraños ruidos durante las largas horas de la noche? Posiblemente una que esté basada en hechos reales. Los eventos acontecidos en Annabelle son una especulación ficcional de lo que ocurrió, para incluir cómo la muñeca llegó a ser poseída, antes de contar la crónica de la actividad paranormal involucrando a la misma muñeca. Los hechos fueron dramatizados de forma fiel sin muchos adornos (salvo la apariencia de la muñeca) en el comienzo de Expediente Warren: The Conjuring. Pero para aquellos que estéis interesados en la COMPLETA historia de Annabelle, incluyendo hechos, testimonios y teorías, os lo contamos todo a partir de ahora…
HECHOS

En 1970, Donna, de 28 años, recibió una muñeca Raggedy Ann (no una rara muñeca de porcelana) a manos de su madre como un regalo de cumpleaños. En ese tiempo, Donna residió en un pequeño apartamento de Nueva York con su compañera de piso Angie. Donna estudiaba para ser enfermera y Angie ya ejercía en la profesión. Tras clamar que la muñeca se movía por sí sola, Donna y Angie requirieron los servicios de una médium. Las tres afirmaron haber establecido contacto con el espíritu de una niña de siete años de edad.

Pero los temores de la sesión de espiritismo no habían hecho más que empezar, ya que Donna, Angie y el novio de ésta, Lou, afirmaron que la muñeca se había vuelto más agresiva y violenta. Donna contactó con el Padre Hegen, un sacerdote Episcopal. Tras escuchar su historia, el Padre Hegen alertó al Padre Cooke, un sacerdote con experiencia en exorcismos. Cooke fue, quien de hecho, llamó a los expertos de lo paranormal, Ed y Lorraine Warren. Los Warrens entrevistaron a los tres inquilinos del apartamento y llegaron a la conclusión de que un demonio estaba manipulando a la muñeca para acercarse a ellos con el objetivo de poseer alguna de sus almas. El Padre Cooke practicó un exorcismo en el apartamento y los Warrens se hicieron cargo de la muñeca.

La muñeca se encuentra actualmente en el Museo de lo Oculto en la casa de los Warren en Monroe, Connecticut. Tras transportar la muñeca a su lugar, los Warrens se aseguraron de confinarla físicamente para evitar futuros peligros, con el demonio o parte de él aún en posesión del juguete. De forma más práctica, encerrar a la muñeca en una caja de cristal posibilitaba que los visitantes la vieran, siendo a su vez advertidos de la amenaza que residía en ella y evitando toda intención de que alguien la quisiera entre sus manos, dando una nueva oportunidad de despertar al demonio. A día de hoy, la muñeca Raggedy Ann sigue en el Museo de lo Oculto en la casa de los Warren, donde reside en la misma caja de cristal desde hace décadas bajo el título que advierte, “Advertencia: Positivamente, no abra”.

A lo largo de los años, varios sucesos sórdidos involucrando automóviles han tenido lugar tras diversos encuentros con la muñeca en la casa de los Warren. En uno de estos incidentes, un joven predicador cogió previamente la muñeca y la menospreció. En el mismo día, en el camino a su iglesia, se vio envuelto en un accidente que casi le cuesta la vida tras la rotura de sus frenos. En otro incidente, un visitante golpeó la caja de cristal y se burló de la supuesta fuerza de la muñeca. Menos de una hora después, perdió el control de su motocicleta y murió poco después tras quedar su cuerpo aplastado contra un árbol.
AFIRMACIONES

En el apartamento: Donna y Angie nunca vieron realmente como la muñeca se movía, pero se dieron cuenta de que espontáneamente cambiaba de posición y varias semanas después comenzaron a descubrirla en habitaciones donde nadie la había dejado. Varias veces, ambas, confirmaron haber dejado a la muñeca en el sofá, pero apareciendo luego en la cama de Donna. También comenzaron a encontrar notas bajo el título de “ayúdanos” que parecían escritas por un niño pequeño.

La Medium: Tras encontrar lo que parecía sangre en la muñeca, las dos compañeras de habitación se hicieron con los servicios de una médium local. La médium clamaba haber tenido contacto con el espíritu en la muñeca, siendo éste el de Annabelle Higgins, quien murió a la temprana edad de siete años en el mismo lugar donde el apartamento se había edificado. Escuchar la historia de Annabelle llevó a Donna y Angie a intentar, con los brazos abiertos, que su joven invitada se sintiera “bienvenida”.

En el apartamento con Lou: Lou era el novio de Angie, quien frecuentemente visitaba el apartamento. Mientras dormían una de las noches en el lugar, Lou tuvo una pesadilla en la que la muñeca intentaba estrangularle mientras se encontraba en la cama paralizado. Aunque él estaba seguro de que no había sido un sueño, a la mañana siguiente se levantó sin signo alguno de violencia. En un incidente separado, mientras que Donna no se encontraba en casa, Lou escuchó ruidos en su habitación. Investigó, pero sólo encontró a la muñeca tendida en el suelo. En ese momento sintió que su pecho ardía y su camiseta se llenó de sangre. Tras quitársela descubrió siete marcas de arañazos. Las heridas se curaron rápido y pocos días después no quedó signo alguno de ellas.

El Exorcismo: Donna y Angie se convencieron de que el espíritu en el interior de la muñeca no era el de aquella inocente niña, y pensaron que sus vidas corrían peligro. Intentaron encontrar ayuda en sacerdotes y finalmente en los Warrens, pero sus cuerpos quedaron paralizados del terror cuando Lorraine Warren les confirmó que se trataba de un espíritu malévolo, un demonio. El exorcismo no expulsó ninguna presencia demoniaca, sólo limpió la casa con el amor de Dios. Si el demonio era muy poderoso, un exorcismo, e incluso varios, no serían suficientes. El camino más fácil es que la pareja Warren se hicieran con el control de la muñeca y la alejaran de allí.

Con los Warrens: Con la muñeca en la parte trasera de su coche, los Warren sintieron un poderoso odio emanando de ella en su camino a casa. La dirección asistida falló, los frenos fallados, el coche se desvió. Pero todo volvió a la normalidad cuando Ed, tras pensar con rapidez, dosificó las puertas con agua bendita. Una vez en su casa, Ed y Lorraine estuvieron muy atentos a la muñeca. Tal y como Donna y Angie clamaron, comenzó a aparecer en habitaciones donde nadie la había dejado. Lorraine afirmó haberla visto levitando varias veces. Pero tras las primeras semanas el poder del demonio en el interior de la muñeca comenzó a disiparse y sólo volvería a resurgir en ocasiones con algunos visitantes.
LA TEORÍA

Ed y Lorraine Warren creían que la muñeca era el conducto de una presencia demoníaca, o al menos una fuerza que emanaba violencia y energía negativa. Estaba a punto de poseer a Donna o Angie antes del exorcismo del Padre Cooke. Los movimientos sin explicación y las notas encontradas fueron un intento de captar la atención de las jóvenes. Una vez que la médium entró en el apartamento para establecer comunicación, el demonio pretendió ser la más inocente de las víctimas, Annabelle Higgins, para que Donna y Angie bajaran la guardia y le dieran la bienvenida a sus vidas.

Ahora, más cerca de ellas, el demonio comenzó a infligir más malevolencia, cosa que no hubiera sido posible sin el permiso de ambas. La sangre y el ataque a Lou fueron marcas simbólicas de “la bestia”, indicando la conexión de sangre del demonio con Satan, el Príncipe de la Oscuridad. Los Warrens se hicieron con el control de “Annabelle” justo antes de que el demonio completara el proceso de posesión física, tomando el control de una de las chicas.

A día de hoy la muñeca no es tan peligrosa, pero sí lo fue semanas y meses después tras el exorcismo. Las fuerzas demoníacas se desvanecen en el tiempo cuando están rodeadas por las fuerzas del bien. La muñeca Annabelle puede portar aún una “memoria” del demonio, pero sus poderes se han reducido significativamente.
UNA NOTA DE ED Y LORRAINE WARREN

El caso Annabelle fue uno de los más de 10.000 casos paranormales que los Warrens investigaron a lo largo de su carrera como expertos en la materia desde 1952 hasta 2006, fecha de la muerte de Ed. Ambos emplearon una buena cantidad de expertos durante sus investigaciones, que usualmente tuvieron éxito a la hora de expulsar a demonios y fantasmas. En sólo algunos casos, los Warrens clamaron haberse encontrado con genuina actividad paranormal. Más allá del caso Annabelle, otros viajes al terror real incluyen Amityville y la casa embrujada Perron (en la que se basó The Conjuring). Ed fue uno de los auto-proclamados demoniólogos en los Estados Unidos y fundó la Sociedad de Nueva Inglaterra para la Investigación Paranormal en 1952. Lorraine es una confesa clarividente y médium. Aún sigue prestando consulta en algunos casos.


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