Un enigma: ¿qué es la Iglesia de los Mariavitas?



Origen: esa comunidad se creó en Polonia, a fines del siglo XIX; está inscripta en el Registro Nacional de Cultos con el número 3021.

¿Qué son los mariavitas? La pregunta surgió al difundirse un comunicado de la Iglesia de los Mariavitas de la Argentina que deja constancia de que "monseñor Claudio Páleka es obispo regionario" de esa iglesia.

Páleka es superior del hermético Monasterio de las Flores, situado en Mallín Ahogado, cerca de El Bolsón, donde funciona un laboratorio que proveía de elementos al Centro Alquímico Buenos Aires Transmutar. Ese centro está ahora clausurado en relación con el homicidio de Juan Carlos Vásquez y ello impidió el comienzo de algunos cursos anunciados, como "Secretos para realizar una purificación en su hogar", que debió haber empezado el jueves último. Años atrás, Páleka, casado y autor de escritos sobre los ángeles y sobre las gárgolas de Notre Dame, daba cursos en Transmutar.

El comunicado citado, que firma César Franco, miembro de la comisión directiva nacional, indica que Páleka "fue consagrado obispo el 11 de marzo de 1992 en la iglesia de la Virgen María Reina de las Flores, en El Bolsón, Río Negro, por monseñor Jean Prevost, obispo presidente de la Iglesia Católica de los Mariavitas, con sede en Francia". En 1994, Prevost lo nombró arzobispo para América del Sur.

Mariavita es una palabra derivada de Mariae vita (vida de María), nombre que tomó una organización iniciada en Polonia por una religiosa clarisa, Francisca Kozlowzka, en 1893, que acentuaba el culto de la Eucaristía y de la Virgen. No obtuvo aprobación de la autoridad eclesiástica y se separó de la Iglesia Católica. Entre otras cosas, predicaba contra los abusos del alcohol, el tabaco y la carne.

Los mariavitas fueron excomulgados por los obispos polacos en 1906 y poco después por la Santa Sede.

Pero en 1909 fueron admitidos en la llamada Unión de Utrecht por la Iglesia de los Viejos Católicos (comunidades cismáticas alemanas, suizas, holandesas y austríacas que dejaron el catolicismo disconformes con la declaración dogmática del primado de jurisdicción del papa sobre toda la Iglesia y de la infalibilidad pontificia, realizada por el Concilio Vaticano I en 1870).

El acercamiento a los viejos católicos les permitió a los mariavitas contar con un obispo ordenado según la sucesión apostólica -tema al que daban singular importancia-, ya que lo consagró el arzobispo Gul, de la iglesia cismática de Utrecht (de origen jansenista, rigorista). Ese primer obispo propio era el sacerdote católico polaco excomulgado Joh. Kowalski, a quien sus seguidores honraron como encarnación del arcángel Miguel.

Polonia estaba bajo el dominio ruso y eso favoreció a los mariavitas, que obtuvieron apoyo de la Duma de Moscú y del zar, los que aprobaron su organización, en 1912. Se extendieron primeramente por Lituania. Por entonces eran unos 200.000, aunque bajaron mucho en los años siguientes.

En su monumental y documentada obra "Iglesia Católica y confesiones cristianas", de 1400 páginas, el estudioso alemán Konrad Algermissen señala que "surgieron los místicos desposorios entre los sacerdotes mariavitas, que vivían según la primera regla de SanFrancisco, y las hermanas mariavitas, que vivían según la segunda regla franciscana, todos los cuales tenían voto de castidad".

Pero tras algún tiempo "comenzaron a nacer de estos matrimonios místicos hijos naturales. Conocidos estos hechos, la conferencia episcopal viejo-católica rompió, en 1924, las relaciones con los mariavitas, si bien éstos aseguraron que los hijos nacidos de los matrimonios místicos habían sido concebidos sin pecado original y constituían las primicias de una humanidad sin pecado". Kozlowzka, la fundadora, murió en 1922 y Kowalski halló la muerte en el campo de concentración de Dachau, del régimen nazi. "Después de su muerte -opina Algermissen- bajaron mucho las extravagancias de los mariavitas."

Consultado por La Nación , Stefan Moszoro, un sacerdote argentino radicado en Polonia, indicó que este movimiento religioso, con sede en Plock, a 150 kilómetros de Varsovia, hoy en día sólo congrega a alguna gente "aferrada a ciertas tradiciones". Pero "no crece, ni mucho menos".

En El Bolsón, sus miembros no hacen actividades proselitistas de captación de fieles, según el periodista local Julio César Alvarez, corresponsal del diario Río Negro. "Los vecinos ignoran lo que hacen", dijo. En todo caso, los asistentes a sus retiros provienen de la Capital o de otros lados.

La Iglesia de los Mariavitas de la Argentina está reconocida en el Registro Nacional de Cultos con el número 3021. Pero al inscribírsela se le negó usar el nombre de católica, ante reclamos eclesiásticos por la confusión que ello podía generar.

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