A la venta la casa de Amityville


¿Te apetece cambiar de aires? ¿Qué tal una mudanza a Amityville, en el estado de Nueva York? Es un pueblo costero tranquilo, pequeño (menos de 10.000 habitantes) y pacífico, que hará las delicias de aquellos que buscan un lugar con encanto para vivir. Allí, en el número 112 de Ocean Avenue, os espera una hermosa casa de estilo colonial holandés, que es ideal para albergar a una gran familia: tres plantas, seis habitaciones, con piscina y embarcadero propio, además de algo más de un kilómetro cuadrado de terreno propio. No me digáis que no es una maravilla.

Bueno, vale, nada es perfecto. La casa en cuestión ES la célebre “casa de Amityville” (como si no hubiese otra en todo el pueblo), considerada una de las casas encantadas más famosas del mundo, y escenario de una terrible matanza familiar en los años ’70. Además de protagonista indiscutible de “Terror en Amityville”, sus innumerables secuelas y su descafeinado remake.
La casa saltó a la fama la madrugada del 14 al 15 de noviembre de 1974, cuando Ronnie DeFeo, de 17 años, asesinó a tiros a toda su familia (padres y cuatro hermanos) después de haberlos sedado la noche anterior con somníferos. Lo hizo, según dijo, poseído por una fuerza sobrenatural que le impelía a acabar con las vidas de sus familiares. Ronnie cumple actualmente seis penas consecutivas de 25 años cada una por asesinato en segundo grado, y todas sus peticiones de libertad condicional han sido rechazadas.
Pero la historia tan sólo acababa de comenzar. Trece meses después de los asesinatos, otra familia se mudaba al 112 de Ocean Avenue. Eran George y Kathleen Lutz, que se habían casado unos pocos meses antes y compraron la casa por la irrisoria cifra de 80,000 dólares. La pareja se mudó allí, junto a los tres hijos que Kathleen tenía de un matrimonio anterior, el 23 de diciembre de 1975. Sólo permanecerían en la casa 28 días.

Tras saber de los asesinatos, los Lutz quisieron que la casa fuese bendecida por un sacerdote católico; cuando el sacerdote, Ralph Pecoraro, inició la bendición, una voz sonora le espetó “LÁRGATE DE AQUÍ”. Aunque el padre Pecoraro trató de avisar a los Lutz que se mantuviesen alejados de la habitación donde había oído la voz, no pudo convencerlos y, quién sabe si debido al estrés o a otros factores menos mundanos, sufrió un fuerte acceso febril y una erupción de llagas pocos días más tarde. Y ahí se desató el infierno: plagas de moscas (a pesar de estar en invierno y en el estado de Nueva York, uno de los más fríos de USA), pesadillas, malos olores provenientes de lugares en los que no podía oler a nada, ruidos escalofriantes, un barro viscoso supurando de las paredes y hasta la imagen de un… ¡cerdo fantasmagórico! Finalmente, la noche del 14 de enero de 1976, los Lutz abandonaron a toda prisa la casa junto a sus hijos, dejando la mayor parte de sus posesiones atrás. Nunca quisieron explicar qué sucedio aquella noche, pero no volvieron a recoger sus cosas; en su lugar, enviaron a una empresa de mudanzas.
En septiembre de 1977, el escritor Jay Anson publicó “The Amityville Horror”, donde se detallaba la terrorífica peripecia de la familia Lutz, y que sería llevado al cine dos años más tarde por Stuart Rosenberg (“La leyenda del indomable”), con James Brolin, Margot Kidder y Rod Steiger como George, Kathleen y el padre Pecoraro, respectivamente. La película tuvo hasta siete secuelas, y un pobre remake, dirigido en 2005 por Andrew Douglas, con Ryan Reynolds, Melissa George y Philip Baker Hall como protagonistas.
Hoy, podéis comprar la casa en la que todo pasó. Si es que os atrevéis, y si tenéis 1’15 millones de dólares, que es lo que vale la casa en cuestión. Veremos quién es el valiente que se atreve… y cuánto dura viviendo allí...

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